Zadar (Condado de Zadar, Croacia)
Antiguo asentamiento ilírico, Zadar pasó a formar parte sucesivamente de los imperios romano y bizantino, la república de Venecia, el imperio austrohúngaro y el reino de Italia. A mediados del siglo XX se integró en el estado de Yugoslavia y tras la desmembración de éste se convirtió en territorio de Croacia. Tradicionalmente mantuvo un espíritu latino, lo que la llevó a ser bombardeada más de setenta veces durante la Segunda Guerra Mundial a instancias del serbocroata Tito. Tras la contienda, los habitantes de origen italiano fueron obligados a exiliarse y la población fue eslavizada por completo. Mantiene la ciudad diversas trazas de su pasado renacentista, especialmente la denominada Puerta de Terraferma, que daba acceso al interior del recinto amurallado. En cuanto a la arquitectura religiosa, destacan la catedral de Santa Anastasia, que muestra una fachada claramente toscana, el campanario de la iglesia de Santa María y la iglesia de San Donato, templo prerrománico del siglo IX. Junto a ella se conservan restos de lo que fue el foro romano. Hay que mencionar también las murallas y bastiones que rodeaban la ciudadela, construida a comienzos del siglo XV. Actualmente, Zadar es la quinta población del país con unos setenta y cinco mil habitantes, la inmensa mayoría de ellos de origen croata, y destaca también por una cuidada gastronomía, en la que tiene especial relevancia la dieta mediterránea.