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España

Vía de la Plata (por Jorge Sánchez)

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Hace unos años realicé a pie el peregrinaje a lo largo de la Vía de la Plata, desde Mérida (Augusta Emérita) hasta Astorga (Asturica Augusta), o unos 470 kilómetros. Me tomó dos semanas. Por el Camino se cruzan tres Patrimonios de la Humanidad, empezando por Mérida; el segundo es Cáceres y el tercero es Salamanca. Se pueden incluir más si se hacen desvíos (¿por qué no? pues el Camino está hecho para el hombre y no al revés) como el Monasterio de Guadalupe. En el tramo extremeño realicé varios desvíos y visité Yuste (donde murió el Emperador Carlos V), Hervás (pues deseaba conocer los vestigios judíos de esa ciudad), la bella Plasencia, y también pasé una noche en el cenobio del Palancar.

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Dormía en albergues de peregrinos, que me cobraban unos 5 euros de media, o bien la voluntad, pero me encontré con muy pocos peregrinos; la mayoría de los días caminaba solo, esquivando toros. A partir de Salamanca se unieron más peregrinos, muchos de ellos eran extranjeros. Una vez en Astorga la mayoría proseguimos a pie hasta Santiago de Compostela.

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Entre los platos fuertes de este peregrinaje (que adolece de sentimiento jacobeo) están las ruinas romanas de Cáparra, el balneario que visité (y me bañé) en Baños de Montemayor, Galisteo, y las ciudades UNESCO de Mérida y Cáceres. Al igual que en el Camino Francés a Santiago, flechas amarillas te señalaban el camino. También encontré muchos miliarios de los Romanos que me ayudaron cuando no había (o no encontraba) las flechas amarillas. Me llovió varios días pero en una aldea extremeña me regalaron un plástico que me lo coloqué sobre el cuerpo a manera de chubasquero.

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Una vez en Astorga celebré mis privaciones gastronómicas tirando la casa por la ventana y ordenando en un restaurante céntrico un buen cocido maragato, pues estaba harto de comprar a diario en los supermercados bocadillos de mortadela, y de comer las bellotas que arrancaba de los alcornoques, salvo una tarde que en Casar de Cáceres me compré para merendar una torta de queso típico de esa población. Estas son algunas fotos de tal peregrinaje ¡Ultreia y Buen Camino!

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