Situada en el interior de la isla de Praslin, la reserva natural de Vallée de Mai concentra entre sus aproximadamente cinco mil palmeras las seis especies endémicas existentes en Seychelles. Con apenas veinte hectáreas de extensión, este lugar es una auténtica reliquia, un bosque primario de los más antiguos que sobreviven en el Planeta Tierra y que evolucionó de forma diferenciada al quedar separado del continente africano hace millones de años. Entre sus endemismos destaca el coco de mar, palmera cuyo fruto con característica forma de nalgas es el de mayor tamaño que se conoce. También lo habita el loro negro de Seychelles, considerada el ave nacional del país, y diversos otros endemismos más.