Ur (por Jorge Sánchez)
Con base en la ciudad de Najaf me llevaron en jeep a una excursión a visitar Ur. Iba viajando en grupo junto a un barcelonés y tres bilbaínos. Éramos pues cinco turistas españoles, condición indispensable en el año 2002, en los tiempos de Saddam Hussein, para poder obtener el visado de Iraq uniéndonos a un tour programado. Pasaríamos varias horas en las ruinas de Ur. Había un templo llamado Zigurat, que era lo que más o menos estaba en pie. El resto de ruinas consistía en fragmentos de murallas y casas. Me extrañó el que nos dejaran solos, a nuestro aire, en esas ruinas. No nos pusieron guía. Cualquier desaprensivo podría llevarse una pieza de cerámica, piedras con inscripciones o un ladrillo, camuflárselo debajo de su camiseta y llevárselo a su casa. Todo estaba por los suelos, daba pena que no lo cuidaran mejor y lo exhibieran en un museo.
Ur tiene una gran importancia religiosa, pues fue en esa ciudad donde nació Abraham, que es venerado tanto por judíos como por cristianos y musulmanes. Se basan en ello en un ladrillo que se halló con su nombre. Estaba satisfecho. Tras esa visita al lugar completaba el ciclo sobre Abraham. Cuando años atrás estuve en Hebrón había visitado su tumba, y en Petra ascendí al monte Hor para visitar la tumba de su hermano Aarón. Me gusta visitar los lugares bíblicos. Tras Ur nos llevaron a visitar otras ruinas de los alrededores, como Uruk, antes de devolvernos a Najaf para visitar la tumba del Imam Alí, el primer imán de los chiitas.