Tanto patrimonial como históricamente hablando, la población extremeña de Trujillo desmerece a muy pocas en España. En el primer aspecto, dispone de un conjunto monumental de primer orden, estructurado especialmente en torno a la Plaza Mayor, en cuyo derredor se encuentra la iglesia de San Martín entre otras construcciones de interés. No hay que olvidar tampoco el castillo, numerosas casas solariegas y la iglesia de Santa María la Mayor. En cuanto a su historia, Trujillo estuvo poblada ya desde la época prerromana y en tiempos romanos era conocida como Turgalium. Su época de esplendor llegó en el siglo XVI, cuando numerosos ciudadanos locales salieron a buscar fortuna al continente americano. Varios de ellos la consiguieron y retornaron a sus orígenes para darle un impulso extraordinario a su localidad natal, que llegó a contar con varios miles de habitantes en la segunda mitad de ese siglo. Entre los trujillanos más ilustres se encuentran Francisco Pizarro, Francisco de Orellana, Diego García de Paredes y su progenitor, del mismo nombre y conocido como el Sansón de Extremadura por su fuerza legendaria.
