Desarrollado a partir del siglo XIII, el trazado de los armazones de madera consiste en diseñar con precisión absoluta los volúmenes de un edificio haciendo hincapié en las características de su estructura de madera. De esta manera, el maestro carpintero puede asegurar de antemano que las diferentes uniones entre las piezas que la componen encajan a la perfección. La invención teórica del trazado tradicional suele atribuirse a Pitágoras, quien se habría inspirado en los arquitectos egipcios. En el siglo XIII esta técnica comenzó a aplicarse a los armazones de madera y siglos más tarde sirvió como punto de partida a la geometría descriptiva, que a su vez dio como resultado la aparición del dibujo técnico. La difusión de la traza tradicional en el ámbito de la carpintería de construcción se debió en gran manera a la actividad de la compagnonnage, que es como se conoce a los gremios profesionales en Francia. Su enseñanza se realiza en centros de formación específicos, independientes de los dedicados al estudio de la arquitectura, así como en diversos institutos de formación profesional y algunas empresas.