Tongariro (por Jorge Sánchez)
Nueva Zelanda cuenta con sólo tres Patrimonios Mundiales: «Te Wahipounamu, zona sudoeste de Nueva Zelanda», «Islas Subantárticas de Nueva Zelanda», más el Parque Nacional de Tongariro. Hasta ese entonces sólo había estado en el primer patrimonio, en el año 1983. Me faltaba conocer las islas subantárticas deshabitadas (Antípodas, Bounty, Campbell, etc.), adonde nunca iré por lo caro del precio del crucero para llegar a ellas. Ahora, con Tongariro, sumaría un patrimonio más en mi haber en Nueva Zelanda.
Tras cruzar un riachuelo por un puente me hallé a la entrada del parque nacional. Hubiera deseado realizar senderismo hasta el cráter del volcán más cercano de los tres que alberga el parque, el Ruapehu, a unos 20 kilómetros de distancia; pero tras los consejos de las mujeres de la oficina turística ya sabía que no podría llevar a cabo mi plan. Había llegado en otoño, cuando ya nadie realiza ese trekking, y los turistas que viajaban a Ohakune durante el mes de mayo lo hacían para practicar deportes de esquí. Ruapehu, con casi 2.800 metros de altura, constituye el pico más alto de la isla Norte de Nueva Zelanda.
No obstante, emprendí la marcha hacia la cima. Iba controlando el tiempo para poder regresar a Ohakune con luz solar. El sendero estaba muy bien señalizado con carteles que te explicaban las características de las plantas y los árboles del frondoso bosque. Caminé durante unas 3 horas hasta que estuve en las faldas del volcán, y entonces retrocedí. Por la mañana realicé una caminata diferente siguiendo un sendero circular donde se atravesaba denso follaje.