Sus aproximadamente 3.718 metros sobre el nivel del mar convierten al Teide en el pico más alto tanto de España como de cualquier isla surgida en el Océano Atlántico. Localizada en el centro de Tenerife, esta montaña se eleva unos siete mil quinientos kilómetros sobre el lecho oceánico y ocupa el tercer lugar del mundo entre los volcanes medidos desde su base. Al parecer, su nombre deriva del término con el que los guanches, habitantes originales de las Canarias, se referían al averno. Se trata de un estratovolcán que se mantiene en estado durmiente desde su última erupción, datada hacia finales del primer milenio de nuestra era. Protegido bajo la figura de Monumento Natural, su cumbre casi permanentemente nevada constituye la imagen más simbólica del archipiélago canario. Como curiosidad, cuando el sol comienza su trayectoria descendente el Teide proyecta la sombra más larga sobre el mar de la que se tiene constancia, llegando a cubrir parcialmente las islas vecinas dependiendo de la posición del astro rey.