A imagen y semejanza del mundialmente conocido Jet d’Eau de Ginebra, el surtidor del río Zayandeh eleva el agua a una altura aproximada de ciento cuarenta metros. Está situado en la zona sur de Isfahán y resulta muy apreciado por la población local, que lo considera uno de los símbolos de la ciudad. La potencia del chorro de agua es tal, que cuando alcanza su punto álgido cae con fuerza hacia un lado, ejerciendo un papel de prisma que descompone la luz que lo atraviesa y deja ver los colores del arco iris. El fenómeno resulta visible desde numerosos puntos de la localidad.