Sukhothai (por Jorge Sánchez)
Le debo la visita de Sukhothai (y también la de un día más tarde a Ayutthaya) a una amiga de Barcelona (Montse) con la que iba viajando desde Indonesia. Mi idea, tras haber realizado juntos el trayecto en elefante desde Chiang Mai a Chiang Rai y haber navegado por el río Mekong un día entero, era regresar a Bangkok en autobús y allí tramitar mi visado para Birmania, que era como se llamaba Myanmar en el año 1987, pero Montse tenía más inquietudes culturales que yo y me propuso detenernos en esas dos ciudades históricas. Y yo le hice caso.
Fue una ventaja el que visitáramos estos dos sitios budistas (Sukhothai y Ayutthaya) cuando aún no habían sido declarados patrimonios mundiales por la organización UNESCO (lo serían en el año 1991), ya que así no pagamos billetes de entrada ni tampoco nos encontramos con multitud de visitantes occidentales, sino todo lo contrario, todas esas ruinas eran exclusivamente para nosotros.
Las de Sukhothai estaban intercaladas con estanques con lotos, palmeras y otras bellezas de la naturaleza, lo que convertía la visita en un plácido paseo. Vimos restos de templos, pilares de piedra, antiguos monasterios y estatuas de Buda muy bien preservadas.
Sukhothai fue la capital política y administrativa del primer reino de Siam (hoy Tailandia).
Esa noche dormimos en un hotelito de Sukhothai y por la mañana proseguimos viaje en autobús hacia las ruinas de Ayutthaya.