Crédito: emily nahmanson

A la bebida resultante de la fermentación y destilación del zumo de ciruela se la conoce como slivovitz en Alemania, slivovice en la República Checa, slivovica en Eslovaquia, palinka en Hungría, palincă o ţuică en Rumanía y šljivovica en Croacia y Serbia. En este último país está considerada la bebida nacional y se produce artesanalmente desde hace siglos. En su preparación suelen tomar parte las familias, acompañadas por otros miembros de la comunidad. Las ciruelas se cultivan en los huertos familiares y se maceran durante un mes aproximadamente. Más adelante son sometidas a un proceso de destilación en recipientes de cobre fabricados artesanalmente. Luego tiene lugar otra destilación que incrementa la graduación de la bebida, que, por último, envejece en barricas de roble durante al menos un año. El resultado es un aguardiente de fuerte graduación, con entre un cuarenta y cinco y un cincuenta por ciento de porcentaje alcohólico, que se consume en todo tipo de celebraciones. En invierno resulta habitual servirlo caliente y es ampliamente utilizado también como parte integrante de la medicina tradicional serbia.