Imagen más icónica de la ciudad de Lérida, la Seu Vella es una antigua catedral cuya construcción se inició a comienzos del siglo XIII, dándose por concluidas las obras con la finalización del campanario a mediados del siglo XV. Tiene éste planta octogonal, elevándose hasta los sesenta metros de altura. El templo es de factura románica y a su interior se accede a través de cinco puertas. Una de ellas da directamente al claustro, que queda situado entre la iglesia y el campanario. Prestó sus servicios como catedral hasta comienzos del siglo XVIII, cuando fue ocupada por las tropas de Felipe V, que la convirtieron en cuartel militar. El fallecimiento del monarca la salvó de la destrucción, aunque nunca volvió a ser sede catedralicia. Fue restaurada a mediados del siglo XX y en la actualidad se dedica a fines culturales.