Situado en un paraje natural a escasos kilómetros de la localidad murciana de Calasparra, el Santuario de la Virgen de la Esperanza resulta enormemente atractivo tanto para devotos como para amantes del agraciado entorno natural donde se inserta. El origen de este lugar raya lo legendario, pues se cuenta que una imagen de la Virgen fue aquí hallada por un pastor en una cueva. Los vecinos decidieron llevarla al pueblo para que fuera allí venerada, pero milagrosamente la talla comenzó a crecer y se hizo tan pesada que no pudieron moverla. Entendieron entonces que deseaba permanecer allí, por lo que decidieron construirle una ermita en la gruta natural donde fue encontrada. Ocurría esto a comienzos del siglo XVII y desde entonces el templo ha sufrido diversas transformaciones, pero mantiene su estructura original perfectamente integrada en el paisaje circundante.