Sana’a (por Jorge Sánchez)
En mi opinión, Yemen es, con abismal diferencia, el país de la Península Arábiga más interesante para el viajero (excluyendo las ciudades prohibidas a los no musulmanes de Meca y Medina, que deben ser fabulosas).
Cuando uno llega a Sana’a se encuentra con una ciudad de fantasía, con casas que parecen haber sido creadas por niños con plastilina, con hombres portando un turbante que mascan qat y lucen sus jambiyas en el cinto, con mujeres vestidas de negro cubriendo sus cabezas. Y todos te sonríen, aman a los visitantes. Además, la vida es barata para un europeo. Dormía de manera casi gratuita en un dormitorio junto a Bab el Yemen que era un caravanserai para los peregrinos a La Meca y cuando necesitaba una ducha me iba a un hamman que me cobraba unos pocos riales por asearme como Dios manda.
Durante varios días descubrí los portentosos lugares de esta ciudad amurallada. Algunas tardes me subía a una cafetería en el ático de un edificio alto y desde allí admiraba la belleza y originalidad de la arquitectura de Sana’a.
Por desgracia, las cosas cambian y en la actualidad (noviembre del 2015) debido al cáncer social llamado guerra, Sana’a y todo Yemen es inaccesible para el viajero. Ojalá que la situación cambie para bien en un próximo futuro. Éstas son algunas de las fotos que tomé de sus casas y sus gentes durante mi último viaje a esa ciudad encantadora que es Sana’a.