Populosa urbe, una de las más pobladas de América Central, San Salvador fue establecida por primera vez durante la primera mitad del siglo XVI en el lugar denominado Cuscatlán. Unas décadas más tarde fue movida a su emplazamiento actual, debido posiblemente a los habituales seísmos de la zona. Su interés turístico es escaso y se concentra fundamentalmente en dos edificaciones, ambas situadas en la Plaza Gerardo Barrios. Oficialmente denominada Catedral Metropolitana del Divino Salvador del Mundo, la catedral de la capital salvadoreña es una edificación construida en la segunda mitad del siglo XX y oficialmente inaugurada en 1999. Como suele ser habitual en esta zona, la actual versión del templo no es la primera que se encuentra en este lugar. Anteriormente allí se hallaba la iglesia de Santo Domingo, que se vino abajo por un terremoto a finales del siglo XIX. Más tarde se construyó una catedral de madera, que fue destruida por un incendio a mediados del siglo XX y fue entonces cuando se comenzaron las obras del templo actual. Arquitectónicamente hablando, la construcción es de estilo ecléctico, con trazas neobizantinas y columnas de estilo clásico. Por su parte, el Palacio Nacional es un edificio de aspecto neoclásico, construido en la primera década del siglo XX. Su propósito era el de servir como sede a los tres poderes estatales de El Salvador, pero en la actualidad se usa para albergar el Archivo General de la Nación.