A diferencia de lo que suele pensarse, San Marino no es una ciudad-estado sino un estado que consta de varias poblaciones diferentes. Su capital, también denominada San Marino, es el germen alrededor del cual se desarrolló este pequeño país de apenas sesenta kilómetros cuadrados y fue fundada por el santo homónimo a comienzos del siglo IV. Está situada en la ladera del Monte Titano y protegida por tres fortalezas construidas sobre sendas cumbres de la montaña, denominadas Guaita, Cesta y Montale respectivamente. El centro histórico de la localidad se estructura en torno a diversas plazas, entre las que destacan la Plaza de la Libertad, donde se encuentra el Palazzo Pubblico, sede tanto del Gobierno del país como del Ayuntamiento de su capital, la Plaza del Titano y la Plaza Garibaldi. Cuenta en la actualidad con unos cuatro mil habitantes, que la convierten en la tercera más poblada del estado sanmarinense tras Dogana y Borgo Maggiore.