En el interior del cráter de un antiguo volcán, a través de cuyo suelo poroso se filtran las aguas del cercano Océano Atlántico para luego evaporarse una vez salen a la superficie, las salinas de Pedra de Lume reciben su nombre de la vecina población de tal denominación. De su importancia en la economía caboverdiana da idea el hecho de que la isla en la que están situadas, antiguamente conocida cómo Llana por los navegantes portugueses, fue renombrada cómo Sal en su honor. En la actualidad la explotación de sal en la zona está bajo mínimos, si no abandonada del todo, pero el lugar sigue manteniendo un intenso aroma a tiempos pretéritos.