Románico andorrano (Andorra)
Estilo artístico con características propias, el románico de Andorra mantiene ciertas similitudes con el desarrollado en la vecina Cataluña. Entre ellas, los campanarios lombardos con ventanas geminadas y la utilización de la pizarra como material. Debido a su tradicional aislamiento, este tipo de construcciones se prolongaron en el tiempo y existen ejemplos del siglo XIII, cuando el gótico estaba ya plenamente impuesto en el resto de Europa, o incluso posteriores. Se cuentan aproximadamente medio centenar de edificaciones románicas en Andorra, en general iglesias aunque también diversos puentes o restos de antiguas fortalezas, como la denominada Torre de los Moros. Entre los templos, destacan por sus espectaculares campanarios la iglesia de San Juan de Caselles en los alrededores de Canillo, la iglesia de San Miguel en Engolasters, la iglesia de San Clemente en Pal y la iglesia de Santa Coloma en la población homónima. Sin olvidar otras menos renombradas como la iglesia de San Sernín en Nagol o la iglesia de San Pedro en El Tarter, esta última construida ya en el siglo XVIII.