Único gran río del mundo que fluye de sur a norte, el Nilo inicia su recorrido en el lago Rweru, localizado entre los estados de Burundi y Ruanda. En esa zona es conocido como río Kagera, que tras un recorrido de unos seiscientos kilómetros sirviendo como frontera entre Ruanda y Burundi, y luego entre Ruanda y Tanzania, desemboca en el lago Victoria. Desde éste, ya en tierras de Uganda, parte el denominado Nilo Blanco, que toca territorio de la República Democrática del Congo en el lago Alberto y cruza el estado de Sudán del Sur hasta unirse con el Nilo Azul, procedente del lago Tana en Etiopía, en la ciudad de Jartum, capital de Sudán. Ya convertido en un único río prosigue su trayectoria hacia el norte, entrando en Egipto al sur de Asuán. Tras vertebrar todo el territorio egipcio se divide en varios brazos una vez pasado El Cairo, formando el delta más grande del Mediterráneo. Su recorrido total es de unos seis mil ochocientos cincuenta kilómetros, en los que atraviesa diez estados, siendo el segundo río más largo del mundo tras el Amazonas. La superficie de su cuenca supera los tres millones trescientos mil kilómetros cuadrados, equivalentes a un diez por ciento del total del continente africano, y su anchura máxima se aproxima a los tres kilómetros. Sin embargo, su profundidad media es tan solo de ocho a once metros. En sus orillas se asientan las capitales de Egipto, Sudán y Sudán del Sur, respectivamente El Cairo, Jartum y Juba, así como ciudades que superan el millón de habitantes, como Giza y Omdurmán. Las inundaciones del terreno adyacente provocadas de manera estacional por sus aguas sirvieron durante milenios para crear tierras fértiles a su alrededor, hecho que motivó el asentamiento humano en sus riberas e impulsó el desarrollo de la civilización conocida como Antiguo Egipto. Este fenómeno cesó definitivamente con la construcción de la mastodóntica presa de Asuán en la década de los setenta del siglo XX.
