Recapitulando (III)
Estos días cumplimos el tercer aniversario del blog y, a la manera habitual, toca revisarse los calzoncillos y recapitular. Y eso a pesar de que lentamente me he ido desmarcando de su mantenimiento y actualización debido a diferentes razones. Una de ellas tiene que ver, como quienes me han leído alguna vez ya supondrán, con mi escasa afición a los personajillos que invaden de manera atroz un ecosistema tan peculiar como el de los blogueros de viaje, que tiempo atrás solía ser sinónimo de solidaridad y ha pasado a serlo de odio. Y sí, tenéis razón, lo de personajillos viene a cuento de la escasa estatura tanto física como moral de muchos de estos aprendices de perro del hortelano, que ni viven ni dejan vivir para mantener a buen resguardo su comida.
Sería cuando menos injusto culpar a los demás de mi falta de motivación, cuando probablemente el principal problema resida en mí mismo. Ello no es debido a la ausencia de historias o batallitas que contar, sino más bien a la carencia de satisfacciones que me proporciona el hecho de relatar mi vida privada a extraños. Gente a la que muy posiblemente no le interese en absoluto si me dejaron tirado en un vuelo o si conseguí hacer realidad uno de mis sueños infantiles. Nunca he sido narcisista, a pesar de que algunos me hayan acusado de ello, y pienso que probablemente me he pasado con el tono habitualmente subjetivo de mis relatos.
Por otra parte, me veo incapaz de escribir de una manera objetiva, es decir aportando datos prácticos sobre los viajes que he realizado. Lo considero inútil, además, puesto que este tipo de información varía continuamente y queda obsoleta en un escaso margen temporal, por lo que pienso que no aporta un punto de vista imprescindible al lector salvo en ocasiones muy determinadas. Abundando en el tema, ya existen numerosos blogs de viaje donde es posible hallar datos de lo más variopintos, siempre relativos a lo afortunado que ha sido el viajante o viajero en cuestión al conseguir cumplir sus objetivos en diversas facetas.
Porque no existe blog de viajes, al menos en castellano, que no se precie y redunde continuamente en el hecho de destacar en algún aspecto. Los más exitosos siguen enfocados en el hecho de viajar por libre, cuando en su inmensa mayoría su carencia de libertad es evidente. Existen también los dedicados al nicho, dicho sea sin intenciones funerarias, de las mujeres que viajan solas, aunque pienso que el filón va estando sobreexplotado. Por no hablar de los que abusan del relato de sus viajes con niños, habitualmente exponiendo en demasía la imagen de sus hijos con el fin de obtener un rédito económico en buena parte de los casos.
Los menos, los que consideramos esto de relatar nuestros viajes una afición y nunca una profesión, los que escribimos sin pretensiones, vamos estando cada vez más aislados. Habitualmente nos miran con incredulidad, como si fuéramos bichos raros, o quedan sorprendidos ante nuestra nula intención de convertirnos en nómadas digitales. Y, por supuesto, nos apartan, nos ningunean y nos tachan de falta de calidad y escasa profesionalidad. Aun así, este año me ha dado tiempo a escribir unos noventa artículos, alcanzando los cuatrocientos cincuenta en el total del blog. Ello sin contar numerosas páginas, como las dedicadas al Club UNESCO que suman cerca de tres mil enlaces en total y me enorgullece decir que constituyen la base de datos más completa sobre el Patrimonio Mundial en castellano. Pero si hay algo de lo que realmente me siento orgulloso es de que todo el esfuerzo que ello conlleva ha sido hecho a cambio de nada, simplemente por una cuestión de satisfacción personal y por si puede servir de ayuda a alguien interesado en el tema. ¿Seguiremos adelante con todo ello? Lo veremos en unos meses.
Pues Floren, no puedo estar más de acuerdo contigo, pero a la vez más en desacuerdo.
Que el mundo esté lleno de personajillos ( léase gilipollas), no quita para que personas como tu, con una labia apabullante, desaparezcan así porque si de este mundo «bloggeril». Quizás lo que deberías hacer es estrechar tu círculo de amigos en RRSS y seguir como hasta ahora dejando así se leer babayadas.
Yo la verdad es que te conozco hace poco pero me da pena que te rindas de esta manera, seguro que muchos se alegrarán.
Por cierto, no me has explicado lo de la UNESCO
Un abrazo
Carmen
Me alegra que al menos en parte estés de acuerdo conmigo.
Esto de bloguear es como la vida misma y en ésta siempre me he movido a impulsos. Con el blog me pasa igual y lo he dejado y retomado en diversas ocasiones. Ahora me encuentro en una etapa que me motiva, dentro de lo que cabe, a ver lo que me dura.
Muchas gracias por tu comentario y un abrazo.
Hola Floren!
Te entiendo perfectamente. En mi caso, pronto se va a cumplir un año desde que decidí abandonar el blog iniciado en enero de 2008. Es una sensación agridulce, ya que, por naturaleza me encanta compartir mis experiencias y que puedan ser útiles a otros viajeros. El hecho es que me fui desmotivando por varias razones, pero especialmente por el giro hacia la profesionalización (¿?) de los blogs de viajes, lo que hizo darme cuenta que yo ahí no pintaba nada. Evidentemente, ese no fue el único motivo, tampoco me compensaba dedicar tantas horas al blog, que tenía que sacar de mi poco tiempo libre y que ahora dedico a otras actividades. De todas formas, lo importante es no perder la ilusión por viajar y de eso voy sobrada. De corazón, espero que tú no tires la toalla y sigas explicando historias interesantes.
Una verdadera lástima en tu caso, María Teresa, tu blog era el que más y mejor nos inspiraba en nuestros viajes. Si Floren también abandona, perderemos uno de los últimos atisbos de cordura en este ambiente enrarecido.
Te agradezco tus palabras, Luis. Y coincido completamente en lo que dices respecto al blog de Maria Teresa.
Un abrazo.
Creo que te comenté en diversas ocasiones que tu blog era uno de mis favoritos y me apenó mucho que lo dejaras. Pero si te compensa, por las razones que sean, pues fenomenal. De todas formas, espero que vuelvas a encontrar la motivación suficiente y lo retomes algún día.
Muchas gracias por tus palabras.
Hola Floren,
Cuando lo que en realidad motiva es viajar … Es 100% lógico que no motive escribir.
A mi me va la marcha la experiencia cultural, los sabores, las sensaciones, etc etc y eso es imposible describir con palabras.
Yo abandone hace años, lo que ahí queda es un sitio que genera algo de pasta y nada más.
Afortunadamente nunca un blog, un vídeo o u tweet podrán ser capaces de reflejar fehacientemente lo mejor de un viaje porque lo que se siente se siente.
Como transmito con palabras la ascensión al Fizt Roy o en bici por la carretera de la muerte eso es adrenalina pura no palabras…
Los personajes profesionales me dan risa 10 días en un lugar y hablan como expertos… Un viaje por Sudamérica y se creen Indiana Jones.
La única forma de ser profesional del viaje es sumergirse en la cultura… Estuve 3 meses en mi querida Bolivia y no me siento una experta en el tema…
Abandone el viaje hasta Colombia en el Titicaca cuando estaba por cruzar a Perú porque me ficharon en un puesto guay en un Banco de Desarrollo Sudamericano… Y estoy aprendiendo más de la Cultura y de la América profunda que duele, que de meses en ruta porque estoy desarrollando el tejido empresarial solidario y conociendo las inquietudes de las personas, sus miedos y su filosofía.
Este es el viaje de mi vida … Y no un viaje a la Isla de Pascua que soñaba de peque.
Podría escribir de expatriaciones que llevo 5 … Pero tampoco me apetece y mi vida personal eso no se comercializa.
Te entiendo se abandonas porque también lo hice …dedícate a sentir y saborear los momentos que te hacen feliz y este mundillo de envidias y gilipolleces alucinantes.
Te acuerdas de Ilusiones de Richard Bach donde el Maestro pregunta Que harías ahora mismo si Dios te ordenará a ser feliz??? Sin ser creyente me aplicó la frase y para mi ser feliz es viajar y estar con la gente no ponerlo por escrito… Y si te pasa lo mismo yo te apoyo !!!
Te echaré de menos pero si lo mejor para ti es decir BYE adelante
Un fuerte abrazo
Me alegra que te vaya bien, Any. Espero que siga siendo así.
Pues tras una vuelta de tuerca más y abandonar al ya oxidado fmanega, como el Guadiana volví a reaparecer con otro formato y otro diseño, aunque manteniendo el mismo enfoque y mis (des)motivaciones de siempre. ¿Cuánto durará esta nueva etapa? Como siempre, lo desconozco, aunque la experiencia indica que quizás no demasiado. O quizás sí, depende de las sensaciones que me produzca.
Muchas gracias por tu detallado comentario y un fuerte abrazo.