Éste es un Patrimonio Mundial muy difícil de abarcar debido a su inmensidad. No creo que existan muchos viajeros que lo hayan realizado a pie en su totalidad. La antigua Red Caminera del Tahuantinsuyo comprendía varias decenas de miles de kilómetros de senderos por seis países actuales (Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y Chile). Había dos variantes, la de la sierra y la de la costa, con diversos ramales para comunicarse entre ellas. Este camino se originó para desarrollar las comunicaciones, el transporte, el comercio y, sobre todo, el control político y defensivo. En el Patrimonio Mundial, la UNESCO ha seleccionado poco más de 5.000 kilómetros del llamado Qhapaq Ñan, que se puede traducir por Camino del Inca, que transcurren entre Quito (Ecuador) y Tucumán (Argentina). El centro de Qhapaq Ñan lo constituía Cuzco, la capital del antiguo Imperio Inca, donde convergían cuatro variantes del camino. Quien haya recorrido a pie el Sendero del Inca hasta el Machu Picchu, puede declarar con toda convicción haber realizado un fragmento del Qhapaq Ñan.

En el año 1986 tuve la oportunidad de recorrer en un mismo viaje, parte en autobuses y algunas zonas a pie, estos seis países sudamericanos siguiendo la ruta del Tahuantinsuyo y también de Qhapaq Ñan, pues entré en Ecuador desde la ciudad colombiana de Pasto, vía Ipiales. Dejé Ecuador vía Cuenca y Loja para proseguir por Perú a través de Cajamarca, Kuélap, Chachapoyas (con perdón para los españoles), y poco después por Jauja, caminé el Sendero del Inca hasta el Machu Picchu, más finalmente Puno, entrando en Bolivia por Tiahuanaco, y a continuación La Paz y Cochabamba. Y en Argentina escalé un día en Jujuy (con perdón para los rusos), y otro más en Tucumán. La variante costera acababa en los alrededores de Santiago de Chile.

No dispongo de fotos de mi primer viaje en 1986, ya que entonces no llevaba cámara. Por ello las que aquí muestro las tomé el año 2016 en la Quebrada de Humahuaca, donde una mañana, desde el hostal donde me alojaba, inicié a pie un fragmento del camino por una senda empedrada. Aunque no había flechas amarillas mostrando la ruta (como en el Camino de Santiago), era difícil perderse. En caso de duda siempre se podía preguntar a un indígena para que te indicara el camino correcto. Todas estas localidades que acabo de mencionar (desde Quito a Tucumán) están comprendidas en las 137 contempladas por la UNESCO. El recorrer el Qhapaq Ñan proporciona experiencias viajeras inolvidables pues se observan montañas que superan los 6.000 metros de altura, ríos caudalosos, se atraviesa jungla y hasta desierto (al norte de Chile), con ciudades que ya de por sí son Patrimonios Mundiales, por no hablar de las gentes locales que uno va conociendo, lo mejor de los viajes.