Puente de las Cadenas (Budapest, Hungría)
Inaugurado a mediados del siglo XIX, el famoso Puente de las Cadenas es técnicamente un puente colgante, aunque sus cables de suspensión son en realidad eslabones rígidos de diversas cadenas, de ahí su nombre. Hasta su puesta en funcionamiento, las orillas del río Danubio en las entonces localidades independientes de Buda y Pest estaban unidas por un transbordador desde el hundimiento de un puente de pontones que había existido siglos atrás. En idioma húngaro es conocido como puente de Széchenyi, puesto que su mecenas fue un conde apellidado de esa manera. Su vano central mide doscientos dos metros, que lo convirtieron en uno de los más largos del mundo en su época, y su longitud total es de trescientos setenta y cinco metros, suficientes para salvar la anchura del río en Budapest. Fue dinamitado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial y hubo de ser reconstruido tras la contienda. Con el tiempo se ha convertido en uno de los mayores símbolos de la capital húngara y su imagen es habitual en las monedas y sellos del país.