Enclavada en pleno corazón de la comarca de Liébana, la villa de Potes ocupa justo el punto central donde confluyen los cuatro valles que la conforman. El conjunto de todos ellos constituye un recinto cerrado, también conocido como valle de Liébana, que disfruta de un microclima mediterráneo nada habitual en la zona. Poblado desde antaño, en este lugar se han sucedido diversos acontecimientos en el pasado. De la localidad de Potes en sí se tienen noticias al menos desde el siglo IX, cuando era conocida como Pautes. Más de un milenio después fue destruida por un incendio durante la infausta Guerra Civil, por lo que su casco antiguo hubo de ser reconstruido casi por completo. El acierto de los trabajos que se llevaron a cabo lo prueba el hecho de su declaración como Conjunto Histórico en la década de los ochenta del siglo pasado.