Según la leyenda, Pontevedra fue fundada por Teucro, uno de los héroes de la Guerra de Troya. La realidad parece ser que su origen estuvo en un asentamiento romano conocido como Turoqua. En época medieval era conocida como Pontus Veteris, término del que proviene su denominación actual. La localidad alcanzó cierto auge en la segunda mitad del siglo XV, cuando incluso la famosa carabela Santa María fue fabricada en sus astilleros. Luego llegó una prolongada crisis, de la que salió tan solo en el siglo XIX. A finales de este siglo y la primera mitad del siglo XX, Pontevedra se convirtió en el mayor exponente cultural de Galicia. El casco histórico de la ciudad está estructurado en torno a una docena de plazas que otorgan un carácter medieval a la población. La plaza de la Herrería ejerce un papel equivalente al de plaza mayor local y en ella destaca la fuente homónima, del siglo XVI. La plaza de la Peregrina es así denominada por encontrarse en ella la iglesia de la Virgen Peregrina, símbolo pontevedrés por excelencia. La plaza de Teucro está rodeada por buenas muestras de arquitectura civil, como el palacio de los Gago y Montenegro. La plaza de Santa María se halla a la sombra de la imponente fachada plateresca de la basílica de Santa María la Mayor, única en su estilo en Galicia. La plaza de la Leña debe su nombre a la madera que antaño se vendía en este lugar y ofrece una característica imagen gallega, incluyendo un típico crucero en el centro. En la actualidad, Pontevedra cuenta con unos ochenta mil habitantes, dedicados fundamentalmente al sector servicios.