Plaza de Oriente (Madrid, Comunidad de Madrid)
Flanqueada por algunas edificaciones tan destacadas como el Teatro Real o el Palacio Real, la plaza de Oriente ocupa un lugar preferente en el centro histórico de la capital de España. Su traza es rectangular, con uno de los lados menores curvado, y su denominación no está del todo clara, aunque la hipótesis más aceptada hace referencia a su situación geográfica en el mapa madrileño del siglo XIX. Fue entonces cuando se desarrolló el proyecto, que ya había sido concebido tiempo atrás. Para ello se construyeron edificaciones nuevas, que reemplazaron a algunas de las ya existentes y cuyo diseño era más acorde a los edificios históricos anteriormente mencionados. En el centro de la plaza se sitúa una estatua ecuestre de Felipe IV, que actúa como punto de referencia de diversos espacios ajardinados. A ambos lados de éstos se disponen una veintena de estatuas de monarcas españoles, popularmente conocidas como los reyes godos, aunque solo cinco de los representados fueran de origen visigodo.