Una de las playas más famosas del mundo, tanto que hasta Al Capone tenía casa allí, Varadero se extiende a lo largo de casi una veintena de kilómetros en la zona norte de Cuba. Su fina arena blanca y el gradual descenso hacia el mar que experimenta la asocian de inmediato a la típica imagen de playa caribeña con aguas de color turquesa. Pero en realidad, Varadero no está bañada por las aguas del Mar Caribe sino por las del Océano Atlántico, hecho que no afecta ni un ápice a su bien ganada leyenda de ser la playa más hermosa en la isla cubana.