A unos sesenta y cinco kilómetros al suroeste de Bakú, la capital de Azerbaiyán, en el sitio conocido como Gobustán, una espectacular manifestación del arte rupestre espera al visitante. Aproximadamente cuatro mil petroglifos, datados algunos de ellos en más de veinte mil años, se distribuyen por las rocas graníticas de aquel lugar mostrando imágenes de la vida cotidiana de personas y animales en la época. Escenas de caza y de danza suponen la mayoría de las representaciones, pero algunas de ellas muestran incluso a personajes navegando en canoas. Las figuras humanas suelen ser estilizadas y con la cabeza pequeña, sin ofrecer ningún tipo de pormenores del rostro de la persona retratada. Sin embargo, otras partes del cuerpo muestran un acusado nivel de detalle, que llega hasta a la exhibición de músculos del pie en ocasiones. Algunas escenas sugieren una cierta participación femenina en lances venatorios.