Conformada a partir de un sustrato calizo, la Peña de los Enamorados se localiza en las inmediaciones de la población malacitana de Antequera. No destaca por su altura, que apenas se acerca a los novecientos metros, pero sí por su simbolismo, puesto de manifiesto ya desde época prehistórica. Vista desde la localidad anteriormente mencionada, su silueta tiene una curiosa forma que asemeja la de una figura humana recostada boca arriba. Debido a ello es popularmente conocida como la cara del indio o la mujer muerta y ésta fue posiblemente la razón por la que los primeros habitantes de la zona orientaron hacia ella sus monumentos funerarios. En el lado oriental del peñón existen diversos yacimientos arqueológicos relacionados con la cultura argárica, así como una necrópolis romana. Su denominación refiere a una leyenda según la cual unos enamorados saltaron al vacío desde su cima mientras eran perseguidos debido a sus diferentes creencias religiosas. En su punto más elevado, una estatua de piedra recuerda este hecho.