Antigua residencia de verano de los emperadores Habsburgo, el palacio de Schönbrunn fue construido en su versión actual a mediados del siglo XVIII. Localizado a las afueras de Viena, está situado en unos terrenos junto a una colina que habían sido adquiridos por el emperador Maximilian II un par de siglos atrás y que desde entonces servían a los miembros de la familia real para solazarse. Con más de mil cuatrocientas habitaciones, es una grandiosa construcción barroca cuya decoración interior se sitúa en el espacio artístico denominado rococó austriaco. Son de destacar también sus jardines, la mayor parte de ellos siguiendo el estilo francés puesto de moda en la época.