Enclavada entre cumbres pirenaicas a más de mil quinientos cincuenta metros de altura, en un espacio natural poco afectado por la mano del hombre, la población de Pal se encuentra entre las más atractivas de Andorra. Con poco más de doscientos habitantes, ofrece magníficas muestras de arquitectura popular y está considerado el pueblo de montaña mejor conservado del país. Su construcción más destacada es la iglesia de San Clemente, construida en el siglo XII y cuyo campanario de estilo lombardo es uno de los más destacados del románico andorrano. En ella se encuentra también el Centro de Interpretación Andorra Románica, donde se muestra el desarrollo del arte románico en Andorra.