La zona norte de Togo es la más verde y menos poblada del país, existiendo áreas donde habitan buen número de animales salvajes. Es lo que sucede en el amplio espacio natural conocido como Oti-Kéran / Oti-Mandouri, que cubre una superficie aproximada de mil ochocientos kilómetros cuadrados. Está formado por dos áreas protegidas consecutivas, el Parque Nacional Oti-Kéran y la Reserva de Fauna Oti-Mandouri, zonas donde predomina la vegetación herbácea y de sabana. Entre las especies que las habitan destacan el elefante y el búfalo africanos, mientras que en los abundantes cursos de agua es posible distinguir al hipopótamo y el cocodrilo. Aunque la densidad de población humana no llega a diez habitantes por kilómetro cuadrado, la presión antropogénica debida a la agricultura y la producción de carbón es considerable, redundando en un desplazamiento de las especies salvajes hacia las áreas más remotas del espacio protegido.
