Localizado en un acantilado que se formó con el paso del tiempo en un meandro del río Răut, el lugar conocido como complejo histórico de Orheiul Vechi muestra evidencias de estar poblado desde el Paleolítico. Entre los múltiples atractivos, tanto naturales como culturales, que ofrece destaca un monasterio fundado en el interior de una cueva excavada en la roca durante el siglo XIII. Estuvo habitado por monjes hasta más de quinientos años después y últimamente ha sido restaurado y reocupado por algunos eremitas. En lo alto del acantilado se sitúa una iglesia ortodoxa construida a comienzos del siglo XX, donde han vuelto a reanudarse las celebraciones tras ser prohibidas durante el periodo en que Moldavia formó parte de la Unión Soviética.