De insuperable atractivo debido a su tono blanco con destellos azulados, Nigardsbreen es una rama de otro glaciar mayor al que se conoce cómo Jostedalsbreen. Uno de los glaciares más accesibles de Noruega, el Nigardsbreen es extremadamente sensible a las variaciones climáticas y actualmente se halla en franco retroceso. Su máxima extensión la alcanzó a mediados del siglo XVIII, cuando llegó a tener una superficie de unos cincuenta kilómetros cuadrados, que se han reducido considerablemente en la actualidad. Completa una imagen digna de postal el lago Nigardsbrevatnet, formado por el deshielo del glaciar y cuyas límpidas aguas sirven cómo reflejo tanto a éste cómo a las montañas circundantes.
No lo puedo evitar, Florencio, continúa sintiendo envidia…..Un abrazo. Marcela.
Floren, que la rapidez en el teclado me ha hecho cambiar una «e» por una «a», tal como está, parece que la envidia sea de ti hacia mí, pues no, a la inversa, ya lo sabes. Marcela.
No te preocupes, Marcela. Se entiende perfectamente.
Este lugar posee una belleza sublime, a la que se añade la paz que allí se respira. Una auténtica obra de arte de la naturaleza, que por suerte no ha sido demasiado impactada por la mano del hombre, aunque el retroceso del glaciar debido al cambio climático es evidente.
Un abrazo.