Dedicados a la deidad hinduista Shiva, localmente denominada Bhadreshvara, los templos de Mỹ Sơn están localizados en un entorno selvático en la parte central de Vietnam. Construidos entre los siglos IV y XIV por los reyes de la dinastía champa, tienen la particularidad de que todos excepto uno de ellos están hechos en ladrillo, siguiendo una peculiar técnica constructiva. Tras la conquista de la zona por el reino việt, este lugar fue abandonado y cayó poco a poco en el olvido. A finales del siglo XIX, los restos arqueológicos fueron descubiertos por arqueólogos franceses y sometidos a un proceso de restauración unas décadas más tarde. Mỹ Sơn es seguramente el asentamiento habitado más antiguo del que se han encontrado restos en todo el Sudeste Asiático y, aunque fue seriamente afectado por los bombardeos en la guerra de Vietnam, aún conserva muestras de su pasado esplendor.