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Establecido hace algo más de un siglo, el Museo Nacional de Damasco fue trasladado a su ubicación actual en 1936 debido a que la pequeña exposición de sus inicios había crecido considerablemente. Con el paso del tiempo la colección se fue incrementando, hasta llegar a alcanzar las trescientas mil piezas que se le calculan en la actualidad. Éstas se exhiben en cinco alas, dedicadas a la Prehistoria, la antigua Siria, la Siria clásica, la Siria islámica y el Arte Contemporáneo. Entre los objetos expuestos hay que mencionar las más de cinco mil tablas de barro grabadas en escultura cuneiforme, así como el primer alfabeto que se conoce. También sobresalen los frescos de la sinagoga de Dura Europos y el suelo del castillo Qasr al-Hayr al-Gharbi, cuya entrada original sirve como acceso al edificio. Como consecuencia de la guerra civil que está asolando Siria, a partir de 2012 el museo estuvo cerrado hasta 2018, cuando reabrieron cuatro de las cinco alas. Por fortuna, la colección no parece haber sido expoliada ni seriamente dañada durante el conflicto.