Crédito: José Javier Martín Espartosa
Ubicado en la populosa Plaza Tahrir, el Museo Egipcio de El Cairo alberga la mayor colección de obras del Antiguo Egipto que existe en el mundo. Se calculan en unas ciento cincuenta mil las piezas que almacena, procedentes de todos los periodos de la historia egipcia, desde el Tinita al Romano. Desde su inauguración, ocurrida a comienzos del siglo XX, el número de objetos se ha multiplicado por más de diez, al irse acumulando los extraídos en sucesivos descubrimientos, y miles de ellos continúan sin clasificar. Especial mención merece el hallazgo de la tumba de Tutankamón, localizada hace un centenar de años y que incrementó los elementos expuestos en más de tres mil quinientos. Debido a ello, se espera inaugurar próximamente el Gran Museo Egipcio, situado cerca del sitio arqueológico de Giza y cuya construcción está cercana a su finalización. Entre los contenidos del museo actual destacan piezas únicas como el sarcófago y la máscara funeraria de Tutankamón, la estatua sedente de Kefrén o la estatua oferente de Hatshepsut. Sobresale también su extraordinaria colección de momias, algunas de las cuales fueron tristemente dañadas durante un asalto ocurrido en 2011.
