De origen árabe y con casi un kilómetro de perímetro, la muralla de Buitrago del Lozoya es la que en mejor estado se encuentra entre las que quedan en la Comunidad de Madrid. Construida en un meandro del río Lozoya, entorno de gran valor paisajístico, cómo defensa ante los avances que las tropas cristianas ejercían a finales del siglo IX, fue posteriormente ampliada cuando pasó a manos de éstas. Entre sus elementos destaca una muy bien conservada korasha, cómo se conoce al tramo de muralla que llega hasta el río, que era usada con fines de abastecimiento de agua para la población residente en el interior del recinto amurallado.