Monasterio de Santa María de La Rábida (Municipio de Palos de la Frontera, Andalucía)
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Fundado a comienzos del siglo XV a raíz de una bula del Papa Benedicto XIII, el popularmente conocido como Monasterio de La Rábida se levanta sobre un cerro en el que anteriormente existieron templos dedicados a los dioses Baal y Proserpina. Con posterioridad los musulmanes situaron allí un ribat, especie de fortificación dedicada a la oración, del que derivó la palabra rábida. Durante la Edad Media continuó siendo una fortaleza que se utilizaba para refugiarse de los frecuentes ataques de los piratas. A él acudió Cristóbal Colón, que fue alojado y apoyado por los monjes franciscanos del cenobio, quienes también lo pusieron en contacto con Martín Alonso Pinzón, persona clave en el proyecto. Más adelante, Hernán Cortés y Francisco Pizarro se hospedaron y mantuvieron una entrevista en el monasterio, cuya fortuna empezó a cambiar desde comienzos del siglo XIX. Arrasado por los franceses durante la Guerra de la Independencia, exclaustrado en el Trienio Liberal y abandonado tras la desamortización de Mendizábal estuvo a punto de ser destruido por completo. Por fortuna, el gobernador onubense Mariano Alonso se negó a derruirlo y lo protegió hasta que fue declarado Monumento Nacional a mediados de ese siglo. En la primera mitad del siglo XX retornaron los franciscanos y desde 1992 está considerado lugar de encuentro de la Comunidad Iberoamericana de Naciones.