A pesar de ser considerado uno de los monumentos más importantes de Besarabia, el monasterio de Curchi no puede compararse con sus vecinos monasterios con iglesias pintadas en la Moldavia rumana. Está integrado en un entorno boscoso cerca del pueblo de Curchi, a unos quince kilómetros de la ciudad de Orhei. Fue fundado en la segunda mitad del siglo XVIII y pronto adquirió relevancia, llegando a ser uno de los monasterios más grandes y ricos del actual estado de Moldavia. La iglesia principal está dedicada a la Natividad y se atribuye su construcción a Bartolomeo Rastrelli, aunque esta afirmación parece ser incierta. Su cúpula se eleva hasta cerca de sesenta metros de altura y es la más alta del país. En el recinto existen diversos templos más, el último de ellos edificado tras la caída del comunismo, cuando el cenobio hubo de ser sometido a una profunda renovación tras haber sido utilizado como hospital psiquiátrico por el funesto régimen soviético.