A pesar de ser mucho menos conocido que los famosos cenobios con iglesias pintadas de Moldavia, el monasterio de Cozia es uno de los más valorados y visitados por la población rumana. Fue edificado en la segunda mitad del siglo XIV por encargo del voivoda Mircea cel Bătrân, cuya tumba en él se encuentra. Está situado en la orilla del río Olt, cerca de la población de Călimănești. El exterior de la iglesia de la Santísima Trinidad fue remodelado posteriormente, siendo a comienzos del siglo XVIII cuando se le dio el característico estilo brâncovenesc que presenta en la actualidad. En el interior destacan especialmente sus bien conservados frescos, algunos de los cuales son originales de finales del siglo XIV. El recinto monástico es de aspecto bizantino y está actualmente habitado por monjas. Hay que mencionar también las numerosas obras de arte, en forma de iconos, manuscritos y otros objetos sagrados, que en el monasterio se almacenan, producto de la sabiduría adquirida por sus monjes desde la época medieval.