Minsk (Ciudad de Minsk, Bielorrusia)
Crédito: David Brewer
Rodeada de bosques y atravesada por el caudaloso río Svislach, Minsk constituye el principal centro económico y cultural de Bielorrusia. Sus orígenes se remontan a los siglos X u XI, estando la primera referencia escrita a la población datada hacia el año 1067. Tras pasar por manos polacas, lituanas y ucranianas fue conquistada por los rusos a finales del siglo XVII y en su poder se mantuvo hasta finales de la segunda década del siglo XX, cuando volvió a formar parte de Polonia durante un corto periodo de tiempo. Tras el tratado conocido como Paz de Riga, que fue firmado en 1921, se convirtió en la capital de la República Socialista Soviética de Bielorrusia y desde 1991 ostenta la capitalidad del estado de Bielorrusia. Minsk no destaca excesivamente por su monumentalidad, aunque sus habitantes presumen de tener once teatros y dieciséis museos a su disposición. También alberga templos pertenecientes a varios credos, entre los que destaca la neorrománica Iglesia de los Santos Simón y Elena, dedicada al culto greco-católico bielorruso y más conocida localmente como Iglesia Roja. La capital bielorrusa cuenta en la actualidad con cerca de dos millones de residentes, dedicados fundamentalmente a la industria mecánica, textil y electrónica.