Mérida (Municipio de Mérida, Extremadura)
Encargo del mismísimo emperador Augusto, los orígenes de la conocida como Colonia Iulia Augusta Emerita se remontan a finales del siglo I a.C. Poco a poco fue ganando importancia hasta convertirse en la ciudad romana más importante de la Península Ibérica y el norte de África a finales del siglo III. Situada junto a la Vía de la Plata, numerosos vestigios de esa época se han recuperado hasta la fecha. Entre ellos sobresalen el teatro, el anfiteatro y el circo, uno de los que presentan mejor estado de conservación hoy día. Destacan también el acueducto de los Milagros, el acueducto de San Lázaro, el puente sobre el río Guadiana, el templo de Diana, el arco de Trajano y la interesante Casa del Mitreo. Abundantes restos de origen romano se exponen en el Museo Nacional de Arte Romano, de obligada visita. Después de las invasiones bárbaras, la población mantuvo su vigencia y llegó a ser capital del Reino Visigodo. Para conservar el patrimonio de esta época hallado en la localidad, hace unas décadas se habilitó la iglesia de Santa Clara, que alberga el Museo del Arte y la Cultura Visigoda. Los musulmanes la convirtieron en capital de la Cora de Mérida y allí levantaron una poderosa Alcazaba en la primera mitad del siglo IX. Ya en tiempos románicos, la basílica de Santa Eulalia fue creada sobre la que se considera primera iglesia construida en España. En el lugar donde estuvo la catedral visigoda se edificó a finales del siglo XV la actual Concatedral de Santa María la Mayor, que sirve como tal en la diócesis de Mérida-Badajoz. Ya a comienzos del siglo XVI se celebraba un popular mercado en el punto donde hoy se encuentra la denominada Plaza de España. En la actualidad, Mérida actúa como capital de la Comunidad Autónoma de Extremadura y mantiene un excepcional conjunto arqueológico. Sus cerca de sesenta mil habitantes se dedican especialmente al sector servicios, predominando los asuntos relacionados con el turismo y la administración.