De manera cotidiana, desde bien temprano hasta el mediodía, en la localidad tailandesa de Damnoen Saduak se celebra un mercado que se ha convertido en multitudinario. El evento tiene lugar en un khlong, cómo se conoce a los canales en la lengua local, de igual nombre que la población y otros pequeños canales secundarios. En este lugar los vendedores, casi siempre mujeres, ofrecen sus productos, generalmente frutas y verduras de todos los tipos imaginables, a bordo de unas tradicionales canoas de madera a las que se conoce como sampan. Aunque muchas voces acusan a este mercado flotante de haber dejado de ser genuino para convertirse en una simple atracción turística, no deja de ser un lugar pintoresco y atractivo para el visitante.