Todavía amurallada, la medina de Essaouira presenta un aspecto más tranquilo y menos abigarrado que otros centros históricos marroquíes. El espacio se lo distribuyen comerciantes y artesanos, siendo las especialidades locales la ebanistería y la talla de madera de Thuya, practicadas en la población desde siglos atrás. También es habitual la imagen de una característica cerámica vidriada a la que se conoce como fayenza. El recinto amurallado se extiende desde el puerto, junto al que se encuentra la fortaleza a la que localmente se conoce como Sqala du Port, probablemente la imagen local más icónica. No lejos de ella está ubicada la Sqala de la Kasbah, una plataforma artillera del siglo XVIII. Varias puertas, entre las que destacan Bab Doukkala y Bab Marrakech, dan acceso al interior de la medina, donde otros puntos de interés son el antiguo barrio judío, al que se conoce como Mellah; el zoco el-Jdid; y las mezquitas Sidi Mogdoul y Ben Youssef.