Mazagán (por Jorge Sánchez)
Llegué a El Jadida procedente de Essaouira (otro Patrimonio de la Humanidad, construido por los portugueses). El Jadida es una de las primeras fortificaciones de los portugueses en el actual país de Marruecos. Ellos la llamaban Mazagão.
Los portugueses, al igual que los españoles, han erigido numerosos Patrimonios de la Humanidad por todo el mundo. Si a los 15 Patrimonios de la Humanidad de Portugal se le añadiesen las siguientes:
Brasil: Ouro Preto – Olinda – Misiones jesuíticas de los Guaraníes – San Salvador de Bahía – Buen Jesús de Congonhas – São Luis – Diamantina – Goiás – Plaza de San Francisco en San Cristóbal
Cabo Verde: Cidade Velha de Ribeira Grande
Ghana: Fuertes y castillos de Accra y alrededores
Mozambique: Isla de Mozambique
Marruecos: Mazagão y Mogador
Kenia: Fuerte Jesús, Mombasa
India: Goa
Malasia: Malaca
China: Macau
Uruguay: Colonia de Sacramento
Portugal totalizaría en ese caso 34 sitios, y entonces en el hit parade de la UNESCO los primeros puestos serían para Italia, China, España, Francia y Alemania. Portugal con 34 sitios ostentaría el sexto puesto. Portugal, ese pequeño gran país, merece toda la admiración del mundo con sus 34 Patrimonios de la Humanidad.
Hacía calor en El Jadida, y las gotas del sudor me corrían por la pelambrera hasta alcanzarme el cuello. Necesitaba un barbero. Encontré uno en el zoco y por unos pocos dírhams me cortó el cabello. Al salir me sentía fresco como una lechuga. Le pregunté al barbero por un alojamiento dentro de la ciudadela, pero me advirtió que no había en esa zona y que al ser oscuro sería peligroso andar por ella. Me ofreció una cama en su casa por un precio un poco superior al del corte de pelo, y acepté. Por la mañana me invitó a un té con pastas de miel, y tras ello me dirigí a la antigua vieja ciudad amurallada portuguesa.
Había letreros en lengua portuguesa por las tiendas. Vi vestigios de una iglesia católica llamada Asunción, más restos de la vieja cisterna manuelina. No observé nada más de origen luso. El pasear por esos callejones me hacía sentir en una ciudad medieval, perdida en el tiempo.
Desde un punto de vista español, la vieja ciudad de Mazagão era muy interesante pues su fortaleza había sido construida por un arquitecto español cuyo nombre merece estar escrito con letras de oro en los anales de la historia de UNESCO. Se trata del cántabro Juan de Castillo, uno de los mayores arquitectos de toda Europa en los siglos XV y XVI, que participó activamente en la construcción de siete Patrimonios de la Humanidad, a saber:
• Catedral de Burgos, España
• Catedral de Sevilla, España
• Convento de Cristo, en Tomar, Portugal
• Monasterio de los Jerónimos, Portugal
• Fortaleza de Mazagão, El Jadida, Marruecos
• Monasterio de Batalha, Portugal
• Real Abadía de Santa María de Alcobaça, Portugal
Y además, entre otros lugares, trabajó en la catedral de Braga, Portugal, aunque no es un sitio de la lista de UNESCO. Al mediodía abandoné El Jadida y proseguí mi viaje por Marruecos.