Conocido localmente como Gur-e Amir, el mausoleo de Tamerlán fue construido a comienzos del siglo XV por orden del fundador del Imperio timúrida para albergar los restos de su nieto el sultán Muhammad, a quien había nombrado su sucesor. Debido a diversas circunstancias la edificación se convirtió con posterioridad en la cripta de la dinastía timúrida y en la actualidad contiene las tumbas de varios de sus dirigentes, entre ellos la del propio Tamerlán y la de su otro nieto Ulugbek. Está considerado una de las construcciones primordiales de la arquitectura islámica y sirvió como modelo tanto para la tumba de Humayun como para el famoso Taj Mahal, creado por mandato de un descendiente de Tamerlán.