Séptima isla del Mediterráneo por extensión y cuarta por población, Mallorca es a su vez la más grande y populosa de las Islas Baleares. Sus tres mil seiscientos cuarenta kilómetros cuadrados de superficie la convierten, además, en la isla más grande de España. Habitada desde el Neolítico por un pueblo del que no se tienen demasiadas referencias, durante el segundo milenio a.C. fue escenario del surgimiento de la cultura talayótica, de la que todavía se conservan diversos vestigios. Más adelante pasaron por ella romanos, vándalos y musulmanes, hasta que fue conquistada por tropas cristianas al mando de Jaime I el Conquistador en la primera mitad del siglo XIII. Desde entonces estuvo en manos de la Corona de Aragón, para integrarse en España a comienzos del siglo XVI. Mallorca cuenta actualmente con algo más de novecientos mil habitantes, siendo la segunda isla más poblada de España. Algo menos de la mitad de ellos residen en Palma, capital local. Arquitectónicamente sobresalen construcciones como el castillo de Bellver, uno de los cuatro castillos circulares que existen en Europa, y la catedral de Santa María, ubicada en la capital y que forma parte de la obra de Gaudí. La economía isleña se basa fundamentalmente en el turismo, no en vano ha llegado a recibir hasta diecisiete millones de viajeros anuales. Hay que mencionar también su excelente gastronomía, en la que cobra una especial relevancia la afamada dieta mediterránea, uno de cuyos representantes es el bullit o cocido mallorquín, y tradiciones como la jota mallorquina.
