Con su escasa cincuentena de habitantes, la localidad de Malbun es una de las más pequeñas y remotas del ya de por sí diminuto estado de Liechtenstein. Forma por sí misma un exclave del municipio de Triesenberg y está situada a unos mil seiscientos veinte metros de altitud, a apenas dos kilómetros de la frontera con el vecino estado de Austria. Conserva algunas buenas muestras de arquitectura popular alpina y también es el único lugar del país donde se pueden practicar deportes de invierno, en las mismas laderas donde en verano pastan apaciblemente las vacas. Todo resulta muy bucólico en Malbun, en definitiva.