Capital del estado homónimo, Luxemburgo fue fundada en la segunda mitad del siglo X con la edificación de un castillo en el lugar que ocupa la población actual. Tras pasar por manos francesas, españolas y austriacas, a comienzos del siglo XIX le fue reconocida su soberanía. En la actualidad, es una tranquila e histórica localidad de algo más de cien mil habitantes con multitud de zonas verdes y diversos restos de fortificaciones medievales en su casco antiguo. Éstas pueden apreciarse recorriendo el localmente conocido como chemin de la Corniche, paseo descrito por alguien como el balcón más bello de Europa. Subiendo a lo largo de las viejas murallas de la ciudad hasta el Bock, promontorio donde estaba situado el castillo a partir del cual se desarrolló la misma, se aprecian bellas panorámicas de los valles donde está situada la parte baja de la villa, cuyos edificios se entrelazan con la abundante vegetación que los recubre.