Tan solo diecinueve kilómetros de recorrido le bastan al río Ancares para dar nombre a una comarca cuyos aproximadamente mil setecientos kilómetros cuadrados de superficie se distribuyen entre el este de la provincia gallega de Lugo, el noroeste de la provincia castellanoleonesa de León y el asturiano valle del río Ibias. En su parte leonesa se definió en 2006 la Reserva de la Biosfera Los Ancares Leoneses sobre un territorio de unos quinientos setenta kilómetros cuadrados pertenecientes a los municipios de Peranzanes, Valle de Ancares (denominado anteriormente Candín), Vega de Espinareda y Villafranca del Bierzo. El entorno es predominantemente montañoso, con cumbres que se acercan a los dos mil metros de altura. Ríos como el Cúa, el Burbia o el mencionado Ancares surcan sendos valles fluviales. Bosques de robles y abedules junto a sotos de castaños se reparten el terreno con repoblaciones de coníferas y brezales. Especies tan emblemáticas como el oso pardo y el urogallo conviven con el habitualmente esquivo lobo ibérico. Culturalmente destaca la presencia de pallozas, peculiares construcciones circulares similares a las que formaban parte de los castros en el pasado. Algo menos de seis mil quinientas personas, un cuarenta por ciento de las cuales concentradas en la población de Villafranca del Bierzo, tienen su residencia permanente en el interior del espacio protegido, que forma parte de la Reserva Nacional de Caza Ancares en su integridad. Adicionalmente, las siguientes figuras de protección se distinguen en su ámbito: Z.E.C. Sierra de los Ancares; y Z.E.P.A. Sierra de los Ancares.